¿Renovarse o morir?

Existe una saludable necesidad que es la de RENOVARNOS.


A lo largo de la vida nos vamos renovando y me atrevería a decir que en algunos casos es una necesidad. Renovamos nuestra imagen, nuestra ropa, nos renovamos en el trabajo, renovamos nuestros pensamientos… En definitiva lo hacemos tanto en nuestro ámbito profesional como personal.


Dicho esto, todos esos productos que utilizamos en nuestra piel, necesitamos renovarlos, y en el momento en que lo hagamos… Tu piel te dirá: GRACIAS. (Me encanta esa palabra).


Pues bien, la pura verdad no es que el producto deje de hacernos efecto con el tiempo, la pura verdad es que nuestra piel CAMBIA, y al cambiar va necesitando cuidados DIFERENTES.


Tu piel puede cambiar si vives en la ciudad, si te trasladas cerca del mar, si cambia alguna situación en tu vida, cambia en invierno, cambia en verano…


Por todo esto debemos estar siempre atentas y saber escuchar a nuestra piel  para saber qué es lo que nos pide o qué es lo que le sobra. Si somos conscientes de esto y cambiamos de producto en las diferentes circunstancias de nuestra vida conseguiremos parte del éxito de tener una piel perfecta.

Siempre he pensado que existe mucha relación con el árbol de la vida y la piel de nuestra vida… Los árboles cambian, van cambiando sus hojas, pero nunca sus raíces. Los TIPOS de piel no cambian, pero sé el ESTADO de tu piel. Una piel grasa siempre será una piel grasa, pero gracias a algunos productos dermocosméticos que existen hoy en día, es posible cambiar su estado, eliminar esos brillos, limpiar sus poros y conseguir que tu piel tenga un aspecto súper normal en el día a día.

En el Post de hoy os dejo un árbol que me traslada a la primavera, al verano, a esos días soleados, a los días de feria, a los días de Semana Santa en Sevilla, a los días de playa, a la alegría…

renovarse o morir - arbol

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